Cuando caes en el vicio.

Lo primero que vi de ella fue el color rojo. Aparte del color de su pintalabios y su diadema, ella misma era un rojo chillón. Me explicó que tenia un ex o no ex (ni ellos sabían lo que eran) muy tóxico. En la media hora que estuve allí, él la llamó, por lo menos, tres veces y le petó el WhatsApp con millones de mensajes los cuales ella hizo el esfuerzo de leer cuidadosamente, cosa que yo no hubiera hecho porque el tío se estaba pasando. Después de recibir otra llamada, ella lo tuvo que colgar porque lo único que hacia era quejarse de la relación que mantenían. Entonces le pregunté cómo o, más que nada, por qué seguía persistiendo en esa relación si era tan tóxica como decía a lo que ella me respondió: “Nuestra relación es como una balanza que nunca está equilibrada ya que cuando las cosas iban bien, iban muy bien y cuando las cosas iban mal, era como vivir en el infierno”. Pero me dijo que podia vivir con eso porque, aunque era tóxico y lo reconocía, estaba enamorada y no le importaba ser herida por él.

–  Writing Minds



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